Botijo

Vidrio
Cataluña, siglo XVIII

Vidrio soplado con aplicaciones y pinzado

27 x 17 x Ø9,3 cm
Vidrio
Cataluña, siglo XVIII

Vidrio soplado con aplicaciones y pinzado

27 x 17 x Ø9,3 cm

La pieza escogida para este mes de marzo es un botijo catalán de vidrio soplado. De esta forma, la Fundació Mascort se suma a la iniciativa promovida por la Asamblea de las Naciones Unidas (ONU) en la celebración del Año Internacional del Vidrio 2022, que quiere subrayar la importancia científica, económica y cultural de este material. El vidrio es 100% reciclable y es el único material que puede reciclarse infinitamente.

Se denomina botijo ​​al recipiente utilizado para almacenar y beber líquidos, sobre todo agua, el cual se fabricaba con muchos tipos de materiales, como cerámica, loza, madera y vidrio, entre otros. La pieza que mostramos hoy es de vidrio soplado y se conoce con el nombre de “càntir de bateig” (botijo ​​de bautizo), ya que se utilizaba en los bautizos para almacenar el agua bendita, que se vertía sobre la cabeza del infante.

Esta pieza, de vidrio transparente incoloro, consiste en un depósito de tronco bulboso del que surgen dos formas cilíndricas a cada lado: un caño muy vertical, para verter el agua, y una boca más ancha, para rellenar de líquido el recipiente. La parte superior está rematada por un asa semicircular, coronada por un florón de cuatro puntas de vidrio azul y decorada con crestas pinzadas en los laterales, similares a las del cuerpo de la pieza. La base tiene el pie circular y una anilla más ancha en la mitad superior del tronco, decorada con aves o pequeños elementos florales de vidrio pinzado.

Desde el siglo XVIII, y sobre todo en el siglo XIX, este tipo de botijos fueron muy comunes y, en función de la forma en que acababa la boquilla, indicaba si el bebé era niño o niña. En este caso, el labio almendrado indica que el bebé era una niña.