Ocupación de la Ciudadela de Barcelona y Castillo de Monjui por los Franceses en 29 de Febrero de 1808

Dibujo
Antonio Rodríguez, c. 1814-1815

Tinta y aguada

31,3 x 44,5 cm
Esta pieza esta integrada en la publicación:
Pintura española en la Colección Mascort
Ver catálogo
Dibujo
Antonio Rodríguez, c. 1814-1815

Tinta y aguada

31,3 x 44,5 cm

La colección Mascort conserva entre sus fondos un dibujo preparatorio de Antonio Rodríguez, para un grabado de Luis Fabri editado por Josep Coromina por encargo de la Junta de Comerç de Barcelona. Tanto el dibujo como el grabado recogen un episodio de la Guerra del Francés o Guerra de Independencia Española, el conflicto bélico entre España y Francia que se inició en 1808 con la entrada de las tropas napoleónicas y que no finalizaría hasta el 1814, con el regreso de Fernando VII al poder. El 29 de febrero de 1808, lunes de Carnaval, mientras la población barcelonesa admiraba a las tropas francesas que pasaban revista en el paseo de la Explanada (situado entre la Ciutadella y las murallas), los soldados franceses aprovecharon para apoderarse de la fortaleza de la Ciutadella y del Castillo de Montjuïc, frente a la perplejidad de las tropas españolas, que seguían las órdenes dadas por el rey: debían acoger a las tropas francesas que iban de camino a Portugal. La acción del dibujo se desarrolla en el Pla de Palau, un espacio icónico de la ciudad que unía dos puntos estratégicos en la defensa de Barcelona, el Castillo de Montjuïc y la fortaleza de la Ciutadella, cuando la multitud exacerbada e indignada, salió a la calle ante los movimientos de los militares franceses. Estos hechos fueron ampliamente difundidos gracias a la Barcelona Cautiva, ó sea diario exacto de lo ocurrido en la misma ciudad mientras la oprimieron los franceses, obra de Raimon Ferrer -testigo directo de la ocupación de Barcelona y Cataluña por las tropas napoleónicas-, publicada entre 1815 y 1821. Si comparamos el dibujo y el grabado, podemos ver cómo Antonio Rodríguez esboza algunos elementos arquitectónicos, como la Llotja y los bloques de casas, que se representan como simples volúmenes, a diferencia del grabado, donde se transforman en edificios elegantes. En cambio, en el dibujo encontramos más personajes que en el grabado, con actitudes más tensas, sobre todo en el grupo principal.

Esta pieza esta integrada en la publicación:

Pintura española en la Colección Mascort
Ver catálogo
Exposiciones:

Pintura espanyola a la Col·lecció Mascort. Visions 1800-1950. Casa Galibern-Fundació Mascort, Torroella de Montgrí, 4 de junio-16 de octubre de 2016.

Bibliografía:

CREIXELL, R. M., Pintura española en la Colección Mascort. Visiones 1800-1950. Torroella de Montgrí: Fundació Privada Mascort, 2016, cat. 2, pp. 24-27.